AbstractBrain glucose uptake is impaired in Alzheimer's disease (AD). A key question is whether cognitive decline can be delayed if this brain energy defect is at least partly corrected or bypassed early in the disease. The principal ketones (also called ketone bodies), β-hydroxybutyrate and acetoacetate, are the brain's main physiological alternative fuel to glucose. Three studies in mild-to-moderate AD have shown that, unlike with glucose, brain ketone uptake is not different from that in healthy age-matched controls. Published clinical trials demonstrate that increasing ketone availability to the brain via moderate nutritional ketosis has a modest beneficial effect on cognitive outcomes in mild-to-moderate AD and in mild cognitive impairment. Nutritional ketosis can be safely achieved by a high-fat ketogenic diet, by supplements providing 20-70 g/day of medium-chain triglycerides containing the eight- and ten-carbon fatty acids octanoate and decanoate, or by ketone esters. Given the acute dependence of the brain on its energy supply, it seems reasonable that the development of therapeutic strategies aimed at AD mandates consideration of how the underlying problem of deteriorating brain fuel supply can be corrected or delayed.
Keywords: Alzheimer's disease; acetoacetate (AcAc); beta-hydroxybutyrate (β-HB); glucose; ketones; medium-chain triglycerides (MCT).
© 2016 New York Academy of Sciences.
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Traducción al Español:
La captación de glucosa en el cerebro está deteriorada en la enfermedad de Alzheimer (EA). Una pregunta clave es si el deterioro cognitivo puede retrasarse si este defecto energético cerebral se corrige o se sortea al menos parcialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Las principales cetonas (también llamadas cuerpos cetónicos), β-hidroxibutirato y acetoacetato, son el combustible alternativo fisiológico principal del cerebro frente a la glucosa.
Tres estudios en personas con EA leve a moderada han demostrado que, a diferencia de lo que ocurre con la glucosa, la captación cerebral de cetonas no difiere de la observada en controles sanos de la misma edad. Los ensayos clínicos publicados demuestran que aumentar la disponibilidad de cetonas para el cerebro mediante una cetosis nutricional moderada tiene un efecto beneficioso modesto sobre los resultados cognitivos en personas con EA leve a moderada y con deterioro cognitivo leve.
La cetosis nutricional puede lograrse de forma segura mediante una dieta cetogénica rica en grasas, con suplementos que aporten entre 20 y 70 g/día de triglicéridos de cadena media que contengan los ácidos grasos de ocho y diez carbonos (octanoato y decanoato), o con ésteres de cetonas. Dada la dependencia aguda del cerebro de su suministro energético, parece razonable que el desarrollo de estrategias terapéuticas para la EA contemple cómo corregir o retrasar el problema subyacente del deterioro en el suministro de combustible cerebral.
Artículo citado en Taller Keto para principiantes
